jueves, 15 de febrero de 2018
Flashback en el tiempo. Un rayo de esperanza de la mano de ATELSE...(Luz Marina..)
Nos remontamos a septiembre de 2016, recién venidos de Alemania, días antes de empezar Marco 1º de infantil, con un diagnóstico del CAIT de algo llamado TEL que yo asociaba con autismo y con problemas severos en el futuro para mi hijo. Agobiada perdida, buscando la palabra TEL por todo internet y sobre todo ¿qué había sido de los niños TEL en su vida de adultos? ¿eran discapacitados? ¿se quedaban aislados en la vida?.
En esos días, mi casa llena de cajas, de recuerdos de Baviera, mi ropa de invierno que aquí no servía para nada y quedaba ridícula con tanto pelito sintético. Entre los recuerdos, la imagen de nuestro último paseo por mi calle de los Alpes antes de volvernos a España. Yo no paraba de llorar, había dejado un paraíso donde mis hijos eran felices y dichosos.
Marco estaba nervioso con el cambio a nuestra casa en Sevilla , yo moviendo muebles, llevando a mi hijo a una guardería los días en que yo tenía que trabajar y yo empezando las clases de profesora, conociendo un nuevo instituto a más de 1 hora de mi casa, con ese pedazo de Opel Corsa de 2003 que había estado 2 años parado y recién cambiada la batería.
Me quedaba la duda además (y mi marido y mi madre me animaban a ello) si no sería mejor para él dejarlo un año más en esa guardería que acababa de encontrar (dado que ni siquiera hablaba nada y era como un bebé hasta físicamente) o escolarizarlo en ese nuevo cole en primero de infantil. Idas y venidas al colegio, a Delegación,
¡HAY UN ERROR ESCOLARICÉ A MI HIJO COMO UN NIÑO NORMAL DE 1 DE INFANTIL Y VA A EMPEZAR LA SEMANA QUE VIENE PERO.......! ¡NO ES UN NIÑO COMO LOS DEMÁS! Pues avíselo al centro. Centro: pues eso lo tenías que haber marcado en marzo en la solicitud de matrícula. ¡Pero si yo en marzo no sabía nada de esto! ¡Bueno, haga un escrito y pida que lo valoren!
Ufffff. En un reposo del guerrero, mi suegro (siempre le estaré agradecida) me llevó a ATELSE, él se había movido para ayudar al problema de su nieto, y se ofreció a acompañarme a buscar ayuda a la asociación de Sevilla de la palabra extraña esa impronunciable DE TRASTORNO ESPECÍFICO DEL LENGUAJE que yo hacía unas semanas no sabía ni que existía.
Allí estaba ella, tan guapa como es siempre por dentro y por fuera, alta, elegante, con esos ojos inteligentes, con un ánimo, una fuerza y una positividad que me dio toda la esperanza en aquel instante. Me pareció de una profesionalidad increíble y me explicó todo con tal dedicación, ayuda y detalle que al llegar a casa no paré de llorar de agradecimiento. Me explicó con su saber enciclopédico y de experiencia vital que un niño TEL necesita no sólo ayuda de logopedia sino también trabajar la atención (ayuda psicológica) y por supuesto la psicomotricidad, la sociabilización, que era un trabajo constante y duro pero que se podía avanzar y conseguir mucho. Me contó -tras observarle-que Marco era probablemente un niño con TEL mixto pero que hasta los 6 años no se debe de etiquetar a ningún niño y que puede haber cambios trascendentales antes de esa edad, también me contó que era alumna de Moncfort una de las grandes autoridades sobre la materia. Sobre todo Luz Marina Renedo, me dio algo que me faltaba UN SOPORTE donde ASIRME.
Luz Marina ha sido trascendental en mi vida, en el camino de la mejora de Marco. Ella fue la que me metió en el universo de ayuda a los niños TEL, la que me dio las pautas, mi profesional maravillosa que hace milagros. Alicia la psicóloga de su equipo es brillante, con esa paciencia al trabajar con mi hijo, con tanta alegría y comprensión en aceptarlo y trabajar con él. Alicia es la amiga que ayuda a Marco en avanzar en su atención y en motivarle. Estoy feliz de haberlas encontrado.
Otro día hablaré de los talleres que organizan para niños y padres. Y lo más interesante, de las CONSTELACIONES FAMILIARES y cómo la trabaja Luz Marina.
ATELSE, ELEA, un milagro en el camino de mejora de Marco.
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