domingo, 29 de octubre de 2017

Carta a una madre perfecta. (De una mamá piltrafa TEL)

Escribo esto saltándome algunos post que tenía previsto hacer antes porque hay madres que merecen un homenaje.

Querida madre perfecta .
(De una mamá piltrafa TEL)

No creas que no he escuchado algún que otro comentario. Nadie tiene dudas de que eres una madre maravillosa (“la mejor” del mundo mundial)  y la causa de que tus niños hayan salido tranquilos y pluscuamperfectísimos (los fallos que he visto yo los olvido porque son niños y no tienen culpa) es porque tu útero no sólo es de oro fino, es de pura pata negra, mil veces mejor que el mío. De hecho, a veces me pregunto si no tener esa maravillosa capacidad como la tuya podría ser la causa de que Marco me haya salido nervioso y con TRASTORNO DEL LENGUAJE.

Confieso que, en el fondo, además de ser una madre desastre, y ser la peor, que mucha carrera, idiomas y doctorado pero no sirvo ni para algo tan simple como cocinar o saber tener la paciencia infinita para alimentar a mis hijos, soy tan egoísta que confieso que cometo el pecado de relajarme de verdad y pasármelo bien cuando no está él.

Mala suerte el chiquillo de haber dado con una tiparraca como yo que no vale "pa lo que hay que valer".

¡¡Suerte que tus "buenoshijos" son "tranquilos" (qué suerte "miarma" si es que vienen de ese bendito útero de calidad). Si mi hijo se pone muy nervioso -como le pasa a muchos niños TEL-en un sitio con muchos adultos, en restaurantes etc y llora, grita o se intenta escapar es consecuencia, sin duda,  de la madre mala que le tocó y lo mal que lo hace todo desde que nació (yo di a luz a un niño impoluto y tuvo la mala suerte de dar conmigo y ya le di mal de comer y no le hablaría o le contaría los cuentos suficientes). Detalles que no se mencionan como que me paso noches sin dormir, que aguanto sus rabietas, que mi niño está enmadrado porque su vínculo de comunicación soy yo y lo tengo que tener casi siempre en brazos o que me paso toda la semana pendiente de llevarlo y recogerlo de sus terapias eso NUNCA NUNCA JUSTIFICA que me crea merecer, por ejemplo, de un día para descansar. 

Ojalá yo hubiera sido como tú, madre ejemplar. Lo has hecho tan rematadamente bien con tus hijos en todas sus edades y en todas sus etapas de la vida que por dicha razón tu constancia, dedicación, apego y sacrificio son mis modelos a seguir y la pena que me queda como madre es que seguro que a mi hijo le hubiera ido muchísimo mejor contigo. ;)








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